29 de enero de 2008

LA LADRONA DE LIBROS





Zusak, Markus, La ladrona de libros, Barcelona, ed. Lumen, 2007.
Ilustraciones de Trudy White.
A partir de 14 años.

En estos momentos en que muchas obras literarias centran su mirada en los sufrimientos vividos durante el Nazismo, esta obra nos ofrece una mirada nueva, una voz nueva. La narradora no es otra que la Muerte, una muerte con corazón que llora cada vez que tiene que recoger las almas infantiles. En uno de sus viajes conoce a una niña, Liesel y a partir de ese momento decide contar la vida de esta joven anónima que se convierte en una heroína. Liesel es acogida por un matrimonio, Hans y Rosa, cuando su madre desaparece. Enseguida se convierte en una “ladrona de libros”; la lectura de los libros, que consigue de diferentes formas, crea unos lazos entre todos los personajes que hace que nos olvidemos que los hechos se desarrollan durante la Segunda Guerra Mundial.
Es una novela bella y triste, cargada de grandes sentimientos, novela que todos deberíamos leer sin distinguir entre literatura juvenil y de adultos.
“Quise decirle muchas cosas a la ladrona de libros, sobre la belleza y la crueldad, pero ¿qué podía contarle sobre todo eso que ella no supiera?”
Rosa Mª Pérez.

24 de enero de 2008

JUGLAR


Soy Teresa y, para inaugurar el blog, os comento el último libro que he leído.

Se titula Juglar y lo ha escrito Rafael Marín (Editorial Minotauro)


Con esta novela, su autor, Rafael Marín, recorre un camino muy poco habitual en el panorama literario español: la novela histórica con elementos fantásticos.
El protagonista, Esteban de Sopetrán, por mal nombre Truhán, el juglar que da título a la obra, nos cuenta las vicisitudes de su azarosa vida por los caminos de una península en guerra constante: cristianos contra moros, castellanos contra navarros o aragoneses, reyes enredados en luchas fratricidas... en todo este convulso panorama, una figura se destaca como el héroe ejemplar que se sitúa por encima de las mezquindades y las miserias de la guerra: Rodrigo Díaz, el Cid a quien Truhán sirve con admiración y lealtad durante gran parte de su vida. Pero junto al héroe positivo, el hilo conductor y personaje central es el propio juglar, antihéroe, hombre del pueblo hecho para cantar las gestas de su señor y que pronto adquiere trascendencia de protagonista en lugar de mero observador de hazañas ajenas. Por el tortuoso camino en que se perderá no sólo asistirá a las disputas dinásticas de Castilla y al fulgor de personajes excepcionales como el Cid, doña Urraca de Zamora, Al-Mutamin de Zaragoza, Alfonso VI o la bella doña Ximena, su platónico amor, sino que se verá enredado con todo tipo de criaturas y hechos fantásticos en extraña mezcolanza: la Santa Compaña, hombres lobo y criaturas fantásticas de los bosques norteños, magos musulmanes, hermosas brujas hebreas, laberintos y señores infernales. Al cabo descubriremos que Estebanillo no es el insignificante ser que se suponía y, junto a su misteriosa naturaleza, él mismo alcanzará algo semejante al sentido de su extraña vida.

Me ha parecido una novela entretenida y original con un desenlace un tanto sorprendente.


Teresa Ruiz de Azúa.

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